Para acabar con la pobreza, eduque a sus hijos
financieramente
Si
usted es padre o madre, usted tiene que romper con las cadenas de la pobreza.
Si el abuelo y sus hijos son pobres… los nietos no tienen que repetir el mismo
destino. Sus hijos no tienen que heredar esa cultura de escasez.
El
Rey Salomón escribió: “Instruye al niño en su camino, y aun cuando
fuere viejo no se apartará de él.”
De
niño, los consejos que nos daban eran: “estudia
para que seas alguien en la vida.” Y escuchaba que a los más grandes les
decían: “Cuida tu trabajito.” “Ahorra y
compra tus cositas.”
Eran
consejos bien intencionados, pero consejos de escasez. Y es que a la mayoría de
nosotros nos educaron para ser mano de obra especializada.
Si
usted es padre o madre, usted tiene que romper con esas cadenas de pobreza. Si
el abuelo es pobre y los hijos pobres, los nietos no tienen que repetir el
mismo destino. Sus hijos no tienen que heredar esa cultura de escasez. A ellos
hay que formarlos en un espíritu de riqueza, para que sean líderes y no
seguidores, empresarios, inventores, millonarios, innovadores, pioneros.
Aquí
algunos puntos para enseñar a sus hijos:
#1
Enséñeles el valor del dinero. Que aprendan que cada moneda es
una semilla de riqueza o de pobreza. Si ahora no puedes enseñarles a tus hijos
qué hacer con un dólar, después no pretendas enseñarles qué hacer con su vida.
#2 No les obligues a leer, ni a que hagan negocios. Tu
trabajo no es obligarles, todo lo que puedes hacer es INSPIRARLES. Que te vean
leyendo, que te vean entusiasmado por tus propios negocios. Recuerda tu no les
puedes enseñar, solo les puedes contagiar tu actitud.
#3 Al principio no es importante que los niños lean de negocios. Déjalos
que elijan sus propias lecturas… no es importante el tema que abordan, sino que
desarrollen el hábito de la lectura. Que les guste leer, que disfruten de eso,
eso es lo valioso.
#4 Realiza turismo financiero. Esto lo sugiere Jim Rohn: lleva a tus hijos a que conozcan el
barrio más pobre de la ciudad y luego llévalos a que conozcan la zona más
exclusiva de la ciudad. Ver esos contrastes hará que ellos te hagan muchas
preguntas: ¿por qué los pobres son pobres y porque los ricos son ricos? Allí
tienes una oportunidad para empezar a dialogar con tu hijo acerca del dinero.
#5 Usa con tus hijos un lenguaje positivo. Está
probado que una de las palabras más dañinas es la palabra NO, porque es
limitante. Los niños escuchan NO a cada rato: no corras, no te ensucies, no
grites, no juegues, NO TENGO, no me alcanza. Esas palabras siembran pobreza
mental. Si tus hijos te piden dinero y no dispones, entonces allí tienes la
oportunidad para proponerles algo ingenioso: hacer unos negocios juntos, por
ejemplo. Un caso: un niño pide una bicicleta a Papá pobre. Papá pobre contesta:
“No tengo, no me alcanza, ahora no, después.” En cambio, Papá Rico celebra el
pedido y le propone a su hijo hacer un negocio para comprar la bicicleta.
#6 Más que darles dinero, a los niños hay que darles confianza. Si
tienes niños menores a cinco años, la Psicología Positiva sugiere que cuando
les hables te agaches a su mismo nivel de forma tal que tus ojos estén a la
altura de los ojos del niño. No los mires para abajo, ni que te miren para
arriba, sino de manera horizontal. Del mismo modo, enséñales a negociar.
Envíales a comprar, enséñales a conseguir mejores precios.
No tienes que tener millones para formar hijos con potencial
millonario. Escuché que una de las mejores lecciones que puede darle un padre a
un hijo, es el que aprendan a creer en ellos mismos. Recuerda, no se trata de
dejar herencias, sino LEGADOS.
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