La productividad no
consiste en tratar de hacer más cosas cada día ni en llenar cada segundo con
algo que te haga sentirte ocupado. Puede que estar siempre ocupado te
haga parecer un buen trabajador, pero ésa es una falsa productividad.
Se trata
de utilizar tu tiempo de la forma más inteligente posible, obteniendo el
máximo beneficio con el mínimo esfuerzo.
El tiempo es un
activo demasiado valioso. Una vez que ha pasado, no se puede recuperar ni renovar. De modo que
no sólo es posible, sino que es necesario obtener los mejores resultados
haciendo lo menos posible. Y la forma más inteligente de hacerlo
es eliminando lo superfluo.
1. Efectividad antes que eficiencia
En primer lugar, tienes que
ser efectivo, es decir, centrarte en hacer las cosas que te acercan a tus
objetivos. Puedes optimizar mucho el uso de tu tiempo si organizas y priorizas
tus proyectos y acciones de acuerdo a tus metas. Esto te ayuda a utilizar tu
tiempo en cosas importantes y no perderte en frivolidades.
En segundo lugar, tienes que
ser eficiente, es decir, realizar cada tarea de la manera más económica
posible. Pero la eficiencia debe estar supeditada a la efectividad, sino estarás perdiendo el
tiempo. El hecho de que hagas bien una tarea, no la convierte en importante.
Como dice Tim Ferriss,
Lo que haces es infinitamente más
importante que cómo lo haces.
2. Limita las tareas importantes.
Según la ley de Pareto, entre
todas tus tareas importantes hay un pequeño conjunto que genera la mayor parte
del resultado. ¿Qué 20% de tus tareas te
van a permitir obtener el 80% de los resultados deseados? Analiza lo que
haces cada día e identifica en qué clase de tareas está el mayor
beneficio. Ignora el resto.
3. Limita tu tiempo de trabajo
Según la ley de Parkinson, nos ajustamos — de una manera inconsciente — al tiempo que hemos
establecido para trabajar. Para utilizar esto a tu favor, limita tu tiempo
de trabajo diario y planifica tus tareas con fechas límites ajustadas. Tu
rendimiento aumentará.
4. Automatiza
Seguramente una buena parte de tu
trabajo son tareas rutinarias y repetitivas. Este tipo de tareas muchas
veces se pueden automatizar (por ejemplo, hacer una copia de seguridad diaria
de todos tus datos). A veces no es tan sencillo, tienes que ser creativo y
dedicar un tiempo a aprender cómo automatizar una determinada tarea, pero
el esfuerzo merece la pena.
Trata de agrupar por lotes las tareas repetitivas similares que no se puedan automatizar
completamente de forma que, al menos, se puedan realizar juntas eliminando el
tiempo de preparación de cada una de ellas (por ejemplo, revisar todo tu email
una vez al día).
5. Delega o contrata
Hay determinadas tareas que no
vale la pena hacerlas, bien porque no son tareas críticas, porque no somos la
persona más adecuada, o porque simplemente es más rentable pagar a alguien
para que lo haga en vez de dedicar nuestro tiempo. Pon un precio teórico a tu hora de trabajo y contrata a un trabajador
que cueste menos que tu precio.
6. Educa
Gran parte de tu tiempo se va
porque los demás no lo valoran tanto como tú. Debes enseñarles educadamente a
aceptar que, en determinados momentos, no puedes aceptar interrupciones,
llamadas, reuniones, etc. Debes ser asertivo y difícil de contactar cuando
corresponda. No dejes que los demás te roben tu tiempo.
7. Sigue una buena dieta de información
Tienes que aprender a evitar
e ignorar toda la información irrelevante, es decir, que no sirve para lograr
tus objetivos. Para saber si debes dejar de seguir un blog, un boletín, un
podcast, etc. Analiza su contenido previamente, y si no es lo
suficientemente útil, descártala.
8. Di no
Aprende a decir no a
todo lo que no te ponga más cerca de tus metas. Para reforzar tus decisiones,
haz una lista de las cosas que NO vas a hacer y tenla presente.
buenas. Qué útil, estoy de acuerdo, sobre todo en la parte de saber decir no. Eficiencia y eficacia son fundamentales en productividad. Al final, aprender a ganar tiempo se traduce en productividad, como dice aquí https://iagofraga.com/productividad-personal-desde-cero/: La productividad personal es la combinación de eficacia haciendo lo que te propones y pertinencia proponiéndote solo lo que realmente te importa.
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