La libertad
financiera podría resumirse de forma rápida y fácil en ser capaz de vivir sin
preocuparse por el dinero. Otros definen independencia
financiera como la cantidad de tiempo que podrías vivir si ahora mismo dejaras
de desarrollar la actividad que actualmente te genera ingresos. ¿Te lo has planteado alguna vez?
La
riqueza del tiempo
La libertad financiera está directamente relacionada con el
bienestar económico de un individuo, aunque no con su riqueza. La libertad
financiera se puede definir como la capacidad de un individuo de cubrir todas sus necesidades económicas
sin que para ello tenga que realizar ningún tipo de actividad.
Es importante recalcar que un individuo que posea la libertad
financiera no tiene que tener un nivel elevado de ingresos pero sí un nivel completo
de tiempo libre. Es un término que hace referencia a la riqueza en tiempo y no
a la riqueza en dinero.
Que no tengas que preocuparte por el dinero no significa que acabes comprando todo
lo que se te dé la gana, tenga el precio que tenga. Uno de los
pilares de la libertad financiera es el minimalismo, es decir, aprender a vivir
con lo necesario.
La combinación de minimalismo y libertad
financiera nos pueden permitir disfrutar de la vida sin tenernos que preocupar
por el dinero.
Ingresos
pasivos
Una
de las formas más fáciles y lógicas de conseguir la independencia financiera es conseguir
fuentes de ingresos pasivos, es decir, cualquier ingreso por el
cual no tengas que trabajar activamente para conseguirlo.
Como
ejemplo, una fuente
de ingresos pasivos es la venta de libros. Escribir un libro es
algo que conlleva un determinado tiempo una sola vez, pero luego de publicarlo
cualquier venta que tengas no depende directamente de tu trabajo activo, sino
que genera un cierto dinero de forma pasiva.
Esto
no solamente pueden hacerlo los escritores, la cuestión es conseguir enfocar tu
trabajo a servicios empaquetados. Por ejemplo, un psicólogo o
coach puede grabar sus vídeos y generar un curso no presencial, todo
automatizado. Un blogger puede generar un eBook mejorando sus contenidos
públicos y hacerlo pagar a un precio que interese a sus lectores.
A
parte de esto tenemos muchos otros ejemplos: intereses generados en cuentas
bancarias o depósitos, dividendos de acciones o bonos del estado, rentas
procedentes de alquileres, temas de patentes y propiedad intelectual,
etc.
Lo mejor es pensar cómo podemos
conseguir ingresos pasivos según nuestras pasiones.
Conquistando
tú libertad
Si,
como nosotros, quieres
conseguir la libertad financiera, reflexiona sobre tu público objetivo,
descubre cuáles son sus intereses y en qué puedes ayudarles y, una vez lo
tengas claro y hayas experimentado activamente (en forma de servicio), busca la
forma de empaquetarlo (en forma de producto) para que no tengas que dedicar tu
tiempo ahí. Yo estoy en este punto de reflexión. Una vez lo consigamos, lo
mejor es buscar la forma de encontrar otros productos para vender, ya que
difícilmente un producto nos dará para vivir o durará para siempre.
Vivir la vida, disfrutar de tu pasión
La gracia de conseguir la libertad financiera no es
dejar de desarrollar actividades (quizá para algunos sí lo sea…), es
más bien poder pensar en el ella como algo que puedes escoger o no escoger
según tus prioridades y según las ganas que tengas en cada momento. Es
pasar de vivir para trabajar y ganar dinero, a vivir disfrutando de la
actividad que elijas desarrollar. En el momento que dejamos de
necesitar algo, pasamos a escoger nuestras prioridades de forma distinta. Y
el único responsable para conseguir la libertad
financiera eres tú, así que
tienes que cambiar tu mentalidad.
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