La única medicina para el éxito es…

Tomar decisiones


Tomar DECISIONES!

Un análisis efectuado sobre más de 25.000 hombres y mujeres que habían experimentado el fracaso puso de manifiesto el hecho de que la falta de decisión era casi siempre el motivo que encabezaba la lista de las grandes causas de fracaso.

La dilación, lo contrario de la decisión, es un enemigo común que debe superar casi cada ser humano. Usted se encontrará con una oportunidad de poner a prueba su capacidad para tomar decisiones rápidas y concretas cada vez que una posibilidad se le presente.

El análisis de varios cientos de personas que habían acumulado fortunas bastante más allá de la marca del millón de dólares puso de manifiesto el hecho de que cada una de ellas tenía el hábito de tomar decisiones con rapidez.

Una de las cualidades más notables de Henry Ford era su costumbre de tomar decisiones rápidas y definitivas,y de cambiarlas con lentitud. Esta cualidad era tan pronunciada en el señor Ford que le hizo ganarse la reputación de ser un hombre obstinado. Fue precisamente esa cualidad la que le indujo a continuar la fabricación de su famoso modelo T (el coche más feo del mundo) en un momento en que todos sus consejeros, y muchos de los compradores del coche, le estaban pidiendo que lo cambiara.

Consejos sobre la toma de sus propias decisiones

La gran mayoría de la gente que no logra acumular dinero suficiente para cubrir sus necesidades suele verse, por lo general, fácilmente influida por las opiniones de los demás. Esas personas permiten que los periódicos y las murmuraciones de los vecinos afecten a sus ideas.

Las opiniones son los bienes más baratos que existen sobre la Tierra. Todo el mundo tiene un montón de opiniones preparadas para comunicárselas a cualquiera que se muestre dispuesto a aceptarlas.

Si usted se deja influir por las opiniones cuando se trata de tomar decisiones, no tendrá éxito en ninguna empresa, y mucho menos en la de transformar su propio deseo en dinero.

Si usted permite que las opiniones de los demás influyan, llegará a no tener deseos propios.

Guíese por su propio consejo, tome sus propias decisiones y aténgase a ellas. No confíe en nadie más que en los miembros de su «equipo de trabajo»,y asegúrese de haberlos escogido bien, eligiendo sólo a aquellos que estén en completa armonía con su propósito y que muestren simpatía por él.

A menudo, los amigos íntimos y los parientes le ponen obstáculos a uno por medio de «opiniones», aunque ésa no sea su intención. A veces lo hacen incluso a través del ridículo, con la pretensión de que sea humorístico. Hay miles de mujeres y hombres que sufren de complejos de inferioridad durante toda la vida,debido precisamente a que alguna persona bienintencionada pero ignorante destruyó su confianza en sí mismos mediante las «opiniones» o la ridiculización.

Usted dispone de un cerebro y de una mente propia. Utilícelos y tome sus propias decisiones.

Si lo que necesita son hechos, o la información -de otras personas, que le permitan tomar sus decisiones, como sucederá en numerosos casos, lleve a cabo esos hechos, o asegúrese con discreción de que esa información que necesita provenga de fuentes fiables de personas con los resultados que usted desea obtener, sin descubrir cuáles son sus propósitos.

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